Muchos casos de muertes maternas y también de embarazos adolescentes en el Alto Paraná.
El número de muertes maternas en lo que va del año ya llega a ocho y preocupa al personal de salud reproductiva, que considera el hecho como un retroceso y que eso se viene acentuando desde la pandemia. La poca o nula concurrencia a los servicios de salud para el control prenatal son uno de los factores principales que derivan en esas consecuencias.
La licenciada Zulma Maidana, del programa de salud reproductiva de la Décima Región Sanitaria, instó a las mujeres a que concurran a los servicios de salud, desde que empiezan a tener relaciones sexuales, para conocer su cuerpo y estar en condiciones en el caso que quieran traer un hijo al mundo. “Lamentablemente, muchas no hacen un buen tratamiento, algunas van al hospital a la hora de dar a luz y surgen las complicaciones”, añadió.
Los casos que figuran en los registros del programa son de mujeres de las principales ciudades del departamento y un caso es de una minguera que por complicaciones con enfermedades de base, falleció en el Hospital Nacional de Itauguá, con lo que suman ocho casos de muertes maternas en Alto Paraná.
“Podemos decir que tenemos un retroceso de unos 20 años atrás, en años anteriores teníamos una muerte materna en el primer cuatrimestre o ningún caso, pero ahora estamos con ocho casos. Debemos hacer algo para cambiar esto y lo primero son las mujeres que deben acudir a los servicios de salud, insistió Maidana.
En el tiempo de pandemia, un primer registro 28 mujeres gestantes murieron en el Alto Paraná y al menos 6 perdieron la vida en centros asistenciales de otros puntos del país, pero fueron incluidas en las estadísticas regionales porque fijaban domicilio en el décimo departamento.
EMBARAZO ADOLESCENTE
Los casos de embarazo adolescente también se dan en la mayoría de los casos y la licenciada Maidana dijo que hay casos que el personal de salud se encuentra con menores de 15 a 17 que están embarazadas de hombres mayores que le brindan un soporte económico, no solo a ella sino también a toda su familia.
La intención del programa de salud sexual y reproductiva es empoderar a las personas en esa actividad sustancial, promoviendo la educación en la familia y en las escuelas para evitar embarazos no deseados y las consecuencias sociales, económicas y educativas que eso conlleva.
Maidana acotó que buscan que los jóvenes sean padres cuando estén en condiciones físicas y económicas. Por ello, invitó a las parejas a acercarse a los servicios de salud a conocer los métodos anticonceptivos que se tienen y de acuerdo a la recomendación médica, pueden adquirirlos de manera gratuita.
La funcionaria de Salud Pública admitió que muchos adolescentes no conocen los métodos anticonceptivos y otros no quieren usar, bajo la excusa del “a mí no me va a pasar”, pero insistió que hay condiciones de prevenir hijos no deseados y el riesgo de la salud de las adolescentes, con un embarazo precoz.
Recordó, además que la décima región sanitaria trabaja con dos oenegés en lo que refiere a la prevención y atención del embarazo adolescente y lo que conllevan las enfermedades de transmisión sexual, atención nutricional y todo lo relacionado a esa franja etaria de la población.
La Clave
