Los productores reportaron que ya comenzaron con el cultivo de zafriña.
Las lluvias del inicio de la semana pasada ayudaron a la recarga del perfil de humedad de los suelos, pero se esperan más precipitaciones para un buen desarrollo, según el reporte de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). En Alto Paraná, se llegó a la etapa final de la cosecha de soja y se avanza con el cultivo de zafriña. No obstante, el rendimiento de la campaña normal disminuyó unos 300 kg/ha como consecuencia de la sequía.
Luego de un frente de chaparrones, los primeros días de la semana pasada contaron con lluvias que ayudaron al campo, con reportes de entre 10 a 50 mm en distintas zonas productivas. Esto ayudó a la germinación y desarrollo de los cultivos zafriña en suelo y permite concluir la siembra en zonas con mayor estrés hídrico.
Flaminio Núñez, productor agrícola en la zona de Raúl Arsenio Oviedo (Caaguazú), indicó que recibieron cerca de 40 mm de agua y con esto esperan culminar la siembra en las áreas restantes. En tano, desde Alto Paraná, Aurio Frighetto, comentó que les llegó una “linda lluvia” de 35 mm aproximadamente y los cultivos de maíz y sorgo muestran un buen desarrollo, de momento.
En el décimo departamento, los productores reportaron una disminución en el rendimiento en comparación con la zafra pasada. La cosecha de la campaña anterior alcanzó los 3.200 kg/ha; sin embargo, ahora, se encuentra por debajo de los 3.000 kg/ha. A la baja producción se suma el reducido precio en el mercado internacional. El valor está entre los USD 320 por tonelada.
PRONÓSTICO DE PRECIPITACIÓN ACUMULADA
De acuerdo con las actualizaciones más recientes de los modelos climáticos del Instituto de Biotecnología Agrícola, durante marzo, los acumulados de precipitación se mantendrían por debajo de los valores normales. Esta proyección indica una tendencia más probable de lluvias irregulares, lo que podría intensificar las condiciones de estrés hídrico en los cultivos de zafriña.
El impacto sería más importan te en zonas donde los suelos presentan una textura predominantemente arenosa, debido a su limitada capacidad de retención de humedad. En estas áreas, la reducción en la disponibilidad de agua en el perfil del suelo podría afectar el desarrollo fenológico de los cultivos, incrementando el riesgo de pérdidas en el rendimiento, según el instituto.
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